sábado, 31 de octubre de 2015

México y su estrategia institucional contra el tabaquismo: SSA-CONADIC

El campo de la atención preventiva y curativa, el tabaquismo tiene relativamente pocos años de establecido en México. Es en 1984, que por primera vez la Ley General de Salud considero las adicciones, farmacodependencia, alcoholismo y tabaquismo como un problema de salubridad general. Este esquema normativo dio lugar a la creación en la Secretaría de Salud (SSA), del Consejo Nacional contra las Adicciones (CONADIC) el 8 de julio de 1986 cuyos objetivos son promover y apoyar las acciones de los sectores publico, social y privado encaminadas en prevenir y combatir los problemas de salud pública causados por las adicciones, así como proponer y evaluar los Programas Nacionales contra el Alcoholismo y el Abuso de Bebidas Alcohólicas, el Tabaquismo y la Farmacodependencia.

El programa contra el tabaquismo de 1986, elaborado con el consenso de los representantes de los diversos sectores que conforman el Comité Técnico en la materia, se orientó específicamente al análisis de los aspectos de la salud, educación, investigación y legislación en este campo, con base en las primeras aproximaciones epidemiológicas y clínicas existentes en el país. Planteó amplias líneas estratégicas orientadas a la prevención, la atención de la salud, la legislación y la investigación conforme al modelo del agente, el huésped y el medio ambiente. 

Para 1992, avances en estas líneas de trabajo constituyeron ser el fundamento para que el programa contra el tabaquismo fuera actualizado, contando, una vez mas, con la participación activa de mas instituciones. Sin embargo, no se contó con mecanismos específicos para llevar a cabo el seguimiento y evaluación de los compromisos establecidos por las instituciones participantes. 

En 1993, la Dirección General de Epidemiología realiza la segunda Encuesta Nacional de Adicciones, que sirvió de base para conocer las tendencias del tabaquismo y fundamentar el establecimiento de nuevas prioridades en cuanto a la forma de otorgar servicios de atención a este fenómeno o situación que por sus dimensiones, formaba parte de los ya principales problemas de salud pública en el país. Sin embargo la prevalencia detectada en hogares urbanos señalo que alrededor de la cuarta parte de la población había consumido tabaco "alguna vez en su vida", lo que permitió estimar mas de diez millones de usuarios. Tales resultados probaron que a pesar de las acciones emprendidas, el consumo de tabaco se mantenía elevado, particularmente entre los adolescentes, las mujeres jóvenes y los grupos urbanos de ingresos estables. 

Es 1997 cuando la SSA, a través de la Subsecretaría de Prevención y Control de Enfermedades, instituyó el Programa para la Prevención y Control de Adicciones, a cargo del CONADIC, como uno de sus programas prioritarios buscando fortalecer, ampliar la cobertura y aumentar el impacto en el ámbito nacional. Todo ello con el fin de cumplimiento con el Programa de Reforma del Sector Salud 1995 – 2000. De igual manera se emitió el Reglamento sobre Consumo de Tabaco para hacer efectivas las disposiciones del Artículo 188 de la Ley General de Salud, que se refiere a la prohibición de fumar en instalaciones del Gobierno Federal, del Sistema Nacional de Salud y entidades que prestan servicios de nivel federal. 

viernes, 30 de octubre de 2015

Perspectiva sobre el tabaquismo en México

Las adicciones son un problema en el campo de la salud pública, que requieren de acciones amplias y coordinadas en las que deben de estar incluidos los esfuerzos de todos los sectores de la sociedad al respecto el Sector Salud emprende acciones, por medio del Consejo Nacional Contra las Adicciones (CONADIC), con programas nacionales, a los cuales se conjugan muchas propuestas e ideas que emprenden infinidad de agrupaciones y organismos nacionales como internacionales. Sin embargo, los tiempos y las condiciones en las que se presenta el abordaje y la atención para disminuir los índices de adicción no parecen reflejar el esfuerzo y la atención de agrupaciones y organismos, que entre sus actividades esta el implementar estrategias y actividades contra el tabaquismo en beneficio de la población. 


El tabaquismo, constituye la enfermedad prevenible que se relaciona con mas problemas de salud y causas de muerte en el mundo. En México durante el año 2000, se estimo que más de 40,000 defunciones anuales están asociadas al consumo del tabaco. El costo que este problema de salud pública tiene para nuestra sociedad se refleja en las muertes prematuras, en la invalidez de población productiva y en un deterioro de la calidad de vida de los mexicanos. Además, de que la atención a los padecimientos agudos y crónicos causados por el tabaquismo afectan severamente el presupuesto de los sistemas de atención a la salud.

sábado, 24 de octubre de 2015

Muertes por tabaquismo en México

En los últimos siete años, las muertes atribuibles al tabaquismo aumentaron 10 por ciento en México, al pasar de 60 mil a más de 66 mil decesos cada año, denunciaron organizaciones no gubernamentales, quienes presentaron el Monitor Ciudadano sobre el Control del Tabaco en México.
Indicaron que nuestro país tiene un rezago en cuanto a políticas para el control del tabaco y criticaron la falta de apoyo de Mercedes Juan López, secretaria de Salud, por tener ambientes 100 por ciento libres de humo de cigarros, "lo que denota un total desinterés por la salud de los mexicanos", aseguró Erick Antonio Ochoa, director para Iniciativas del Control del Tabaco de la Fundación InterAmericana del Corazón México.
Respecto a los pictogramas en las cajetillas de cigarros, dijeron que las imágenes siguen siendo pequeñas si se compara con otros países como Uruguay y Chile.
En la presentación del Monitor Ciudadano sobre el Control del Tabaco en México estuvieron Juan Núñez, coordinador de las Coaliciones Alianza Nacional para el Control del Tabaco y México Salud-Hable; Sandra Páramo, vocera de Comunicación Diálogo y Conciencia y Ch´uya Lane, directora en México de Campaign for Tobacco Free Kids.
En este estudio ser advierte que Puebla, México, Distrito Federal. Morelos, San Luis Potosí, Hidalgo, Coahuila, Tlaxcala y Querétaro son las entidades con mayor prevalencia de fumadores jóvenes.
Asimismo revela que el 20% de los hogares más pobres gasta 181 pesos al mes en cigarros, 4.3 por ciento de su gasto total, y que las defunciones asociadas al tabaquismo se dan a partir de los 35 años de edad
En cuanto a mortalidad atribuible al consumo de tabaco, los estados que encabezan son el Distrito Federal, Estado de México, Jalisco, Veracruz, Puebla y Guanajuato.
Por su parte, Ch´uya Lane, directora en México de Campaign for Tobacco Free Kids, mencionó "es una lástima que a pesar de que México fue uno de los primeros países de la región en ratificar el Convenio Marco para el Control del Tabaco se esté retrasando cada vez más en lo que se refiere a la implementación de políticas públicas".
De hecho, comentó, México está detrás de más de 16 países en esta región en la implementación de ambientes 100% libres de humo. "Aunque ya se sabe cuáles medidas se deben tomar para reducir tantas muertes por tabaquismo, las autoridades no se están haciendo responsables de esta situación", dijo.
El Monitor Ciudadano, explicaron sus diseñadores, es una voz de alerta para las autoridades, "específicamente a la doctora Mercedes Juan, secretaria de Salud, por su actitud omisa; legisladores como el Senador Héctor Larios, que han detenido las iniciativas presentadas en el Congreso de la Unión; y gobernadores como José Calzada, que en Querétaro quiere detener una excelente ley que aprobó su legislatura local, alertaron los activistas".


jueves, 22 de octubre de 2015

Tabaquismo ante el espejo

Un estudio que nos ha ayudado a comprender otros aspectos de esta enfermedad es el Tabacómetro. Se trata de una encuesta efectuada en ciudades mexicanas como Guadalajara, Monterrey, Hermosillo, Tijuana, Mérida, Veracruz y la capital de la República, y su finalidad es dar a conocer la percepción que el fumador tiene sobre sí mismo.
La Dra. Ponciano destaca entre los hallazgos de la investigación que los fumadores mexicanos promedian 13 años consumiendo tabaco y que se iniciaron en esta adicción por probar algo nuevo, curiosidad o tentación, “pero también por imitar la imagen de los anuncios comerciales, en los que prevalecen bellos paisajes y gente dinámica, alegre y atractiva, ya que los seres humanos solemos engancharnos a todo aquello que nos parece placentero”.
Gran parte de los consultados opinaron que les agrada consumir tabaco porque les facilita la concentración y hasta los tranquiliza; empero, esta percepción es errónea pues, asegura la especialista, “es tal su dependencia que a pesar de que es un estimulante del sistema nervioso y de que incrementa las pulsaciones, presión arterial y producción de adrenalina, creen que relaja”.

Otra respuesta común de los consumidores fue que el cigarrillo les ayuda a no sentirse solos, de modo que “el tabaco deja de ser un objeto para ser un sujeto, y eso es algo que hace muy difícil el abordaje de esta adicción. Es común escuchar expresiones como: ‘no hay mejor compañía que un cigarro’ o ‘me llevo mejor con él que con mi pareja’, porque se le confiere la categoría de amigo”.

Otros hallazgos importantes son los siguientes:
  • Los consumidores habituales fuman en promedio de 5 a 6 cigarros al día; las mujeres 6.12 y los hombres 4.67.
  • 50% asocian el cigarrillo con cerveza y otras bebidas alcohólicas, y en menor número con café.
  • 30% de los fumadores realizaban deporte o una actividad física al empezar a fumar; la mitad dejó de hacerlo.
  • Los fumadores pueden consumir cigarrillos cuando están preocupados, contentos o en soledad, pero es más frecuente al estar con amigos o en reuniones sociales.
  • La mayoría dice que el principal lugar donde fuma es su casa, y 20% dice que consume cigarrillos incluso donde está prohibido.
  • 84% de los fumadores consideran que el cigarro afecta a las personas que están alrededor, pero sólo la mitad pregunta antes de encender el cigarro. En general tienen opinión favorable sobre los lugares libres de humo, pero al 20% les produce molestia o enojo.
  • Más del 40% de los consumidores de tabaco que permanecen mucho tiempo en un lugar restringido se van al baño o a un lugar escondido a fumar.
  • 2% dice que en algún momento trató de dejar el cigarrillo, y 55% lo logró, casi siempre mediante “fuerza de voluntad”. Sin embargo, 69% recayó antes de un año.


Cabe señalar que esta misma investigación revela que muchos consumidores reconocen el riesgo de sufrir enfermedades a causa de su adicción, pero también atribuyen beneficios físicos al cigarrillo, pues piensan que quita el hambre (41%), ayuda a la digestión (38%) y evita estreñimiento (37%) “a pesar de que carga su sangre con 4,000 sustancias tóxicas y alrededor de 70 químicos cancerígenos”.

miércoles, 21 de octubre de 2015

En México se empieza a fumar a los 13 años

Las cifras impactan: hay 16 millones de fumadores en el país, la edad promedio en la que se empieza a consumir tabaco es 13 años, y más de 160 mexicanos mueren al día por causas asociadas a esta adicción. ¿Aún es posible frenar este problema?
Con un poco de curiosidad e ingenio podemos encontrar muchos motivos para encender un cigarrillo, como acompañar una plática, ayudar a la digestión, calmar la ansiedad, hacer amistades, disfrutar de una fiesta, proyectar una apariencia atractiva y hasta “hacer tiempo” cuando no hay nada más a qué dedicarse.
Para la Medicina, en cambio, hay una sola postura al respecto: “El tabaquismo no es un hábito, es decir, no es una conducta que se repite sin dañar al individuo, sino que es una adicción, una enfermedad a la que consideramos como la principal causa prevenible de problemas de salud, discapacidad y muerte prematura”.
Así lo expresa la Dra. Guadalupe Ponciano Rodríguez, coordinadora de la Clínica contra el Tabaquismo de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ubicada en la capital del país, y quien añade que “el cigarro se ve muy inocente, pero es el único producto de consumo que cuando se usa como nos dicen sus fabricantes, va a matar a la mitad de sus usuarios habituales”.
No por nada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada minuto fallecen 10 personas por males asociados al tabaquismo, lo que representa más de 5 millones de decesos al año. Asimismo, se estima que si continúa la actual tendencia de crecimiento en su consumo, en el año 2020 la cifra se elevará a 10 millones de muertes anuales, presentándose 70% de ellas en naciones subdesarrolladas.
En México, asegura la especialista, las estadísticas más recientes revelan que “tenemos 16 millones de fumadores y que un tercio de la población somos fumadores pasivos; además, 1 de cada 4 personas de 12 a 65 años padece esta adicción, sin olvidar que la relación de consumidores por género, en adultos, es de dos hombres por cada mujer, aunque en adolescentes la proporción es ya 1 a 1”.
Números incómodos
La Dra. Ponciano Rodríguez expresa su preocupación con base en los resultados de diversas investigaciones y estadísticas realizada por la Secretaría de Salud, como la Encuesta Nacional Sobre Adicciones.
En principio, la especialista afirma que “la edad de inicio de los fumadores mexicanos se ha reducido; en 1988 oscilaba entre los 18 y 25 años, mientras que en 2002 bajó al rango de entre 15 y 17 años. En la actualidad se acepta que la edad promedio es 13 años, y la estimación es que se reduzca todavía más”.
Pero no sólo eso: 1 de cada 5 adolescentes fuman y 7 de cada 10 comercios siguen vendiendo cigarros a menores de edad, a pesar de la legislación existente.
En términos de fallecimientos, las cifras no son mejores, pues 1 de cada 9 muertes en México son a consecuencia de esta adicción y cada año se presentan poco más de 60 mil decesos por padecimientos asociados al tabaquismo, siendo más frecuentes infarto cardíaco o falta de suministro sanguíneo a tejidos del corazón (23,000 muertes anuales), problemas respiratorios (17,000), infarto cerebral o interrupción en el abastecimiento de nutrientes al cerebro (13,000), así como cáncer de pulmón y vías respiratorias (6,000).
Agrega la facultativa: “Cuando le preguntamos a los fumadores sobre cuál es el principal problema de salud que genera el tabaco, casi siempre mencionan cáncer; sin embargo, el mayor número de muertes se debe a infarto cardíaco ya que, de todos los decesos en México por dicha causa, 45% se asocian a tabaquismo”.

Si te parece poco, debemos señalar que el Estado mexicano reporta un gasto de 29 mil millones de pesos al año sólo para atender infarto cardíaco, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC, que se caracteriza por destrucción del tejido de las vías respiratorias, tos e incapacidad para respirar adecuadamente) y cáncer pulmonar.

domingo, 18 de octubre de 2015

¿Hay productos del tabaco que no sean perjudiciales?

Los efectos adversos a la salud por el uso de tabaco son bien conocidos. Sin embargo, hay muchas personas que no lo quieren dejar o tienen dificultad para romper con el hábito. Como resultado, ha habido un resurgimiento reciente en el desarrollo de productos de tabaco que afirman reducir la exposición a los componentes nocivos del tabaco o presentar menos riesgos a la salud que los productos convencionales. Estos “productos que reducen potencialmente el riesgo de exposición” (o los PREP, por sus siglas en inglés), que incluyen cigarrillos y tabaco sin humo (por ejemplo, el tabaco en polvo o rapé y las pastillas de tabaco para chupar), aún no han sido evaluados lo suficiente como para determinar si realmente presentan menor riesgo de enfermedad. Los estudios recientes indican que los niveles de carcinógenos en los PREP van desde relativamente bajos a similares a los productos de tabaco convencionales. Estos estudios concluyen que la nicotina medicinal (como la que se encuentra en el parche o el chicle de nicotina) es una alternativa más segura que los productos de tabaco modificados.

sábado, 17 de octubre de 2015

¿Por qué fumar reduce la ansiedad?

Muchas personas recurren al cigarro porque dicen que aunque saben del daño que provocan en su salud los hace sentir mejor, pero este bienestar obedece a que fumar reduce la ansiedad, pero ¿por qué ocurre esto? Científicos de la Universidad Commonwealth de Virginia se dieron a la tarea de analizar el proceso cerebral responsable para manipularlo y mejorar las terapias contra la adicción.

La investigación de Anderson Shawn y Darlene Brunzell publicada en la revista PLoS ONE utilizó un modelo animal para probar qué receptores cerebrales determinaban la reducción de ansiedad bajo el efecto de la nicotina, hasta que encontraron que el responsable era el denominado subunidad beta2 sensible a la nicotina, que se bloqueaba y abría el paso en el cerebro a la sustancia para reducir la ansiedad.
Los científicos del departamento de farmacología y toxicología bloquearon el receptor para reducir la ansiedad con una dosis más baja de nicotina en el cerebro para cerrar la entrada  y provocaban el mismo efecto que fumar.

“La nicotina actúa como una llave que abre los receptores a esta sustancia en el cerebro. Normalmente esa llave abre el receptor, pero si bloqueamos primero la cerradura la nicotina no podrá actuar. Nuestros hallazgos sugieren que la nicotina en dosis bajas puede bloquear un subtipo específico de receptor de apertura que es importante para regular el comportamiento de la ansiedad", dijo Brunzell y agregó que la ansiedad es una de las principales razones por qué la gente recaía en el hábito de fumar.
Brunzell y sus colegas están realizando más estudios que se espera sean de utilidad para identificar qué áreas del cerebro regulan los efectos ansiolíticos de la nicotina. Su investigación se centra en el uso de estrategias genéticas, que están tratando de determinar la estructura molecular específica de la composición de los receptores nicotínicos que regulan la ansiedad.

Según Brunzell, desde una perspectiva terapéutica será important descubrir si el bloqueo de la subunidad beta2 contiene receptores nicotínicos que alivien la ansiedad en los fumadores.

“La comprensión de cómo se combina la nicotina con otras subunidades beta 2 para formar los receptores críticos que regulan la ansiedad podría llevar a terapias selectivas con menos efectos secundarios", dijo Brunzell a la Universidad Commonwealth Virginia, quien difundió el comunicado.

miércoles, 14 de octubre de 2015

¿La nicotina es adictiva?

Sí. La mayoría de los fumadores utilizan el tabaco regularmente porque están adictos a la nicotina. La adicción se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de la droga, a pesar de las consecuencias negativas para la salud. Está bien documentado que la mayoría de los fumadores consideran el uso del tabaco un hábito dañino y expresan el deseo de reducir o descontinuar su uso. Cada año casi 35 millones de fumadores tratan de romper el hábito, pero desgraciadamente, más del 85 por ciento de los que tratan de dejar el hábito sin ayuda recaen, la mayoría en una semana.
Las investigaciones han demostrado que la nicotina aumenta los niveles de dopamina en los circuitos de gratificación. Esta reacción es similar a la que se ve con otras drogas de abuso y se cree que es la causa de las sensaciones placenteras que sienten muchos fumadores. Para muchos de los consumidores de tabaco, los cambios a largo plazo en el cerebro inducidos por la exposición crónica a la nicotina resultan en la adicción a la misma.
Las propiedades farmacocinéticas de la nicotina también aumentan el potencial para su abuso. Cuando se fuma un cigarrillo, hay una distribución rápida de la nicotina al cerebro, llegando la nicotina a su nivel máximo en los primeros 10 segundos de haber sido inhalada. Sin embargo, los efectos agudos de la nicotina se disipan rápidamente en conjunto con las sensaciones de gratificación asociadas, lo que hace que el fumador continúe dosificándose repetidamente a lo largo del día para mantener los efectos placenteros de la droga y evitar el síndrome de abstinencia.
Entre los síntomas del síndrome de abstinencia de la nicotina se encuentran la irritabilidad, los deseos vehementes por la droga (“cravings”), un déficit cognitivo y de atención, las perturbaciones en el sueño y el aumento del apetito. Estos síntomas pueden comenzar a las pocas horas después de haber fumado el último cigarrillo, haciendo que las personas vuelvan a fumar. Los síntomas llegan a su punto máximo en los primeros días después de haber dejado el cigarrillo y se pueden aplacar en unas pocas semanas. Sin embargo, para algunas personas los síntomas pueden durar meses.
Mientras que el síndrome de abstinencia está relacionado con los efectos farmacológicos de la nicotina, muchos factores conductuales también pueden afectar la severidad de los síntomas de abstinencia. Para algunas personas, el hecho de sentir, oler o mirar un cigarrillo, así como el rito de obtener, manipular, encender y fumar el cigarrillo, están asociados con los efectos placenteros de fumar y pueden empeorar los síntomas del síndrome de abstinencia o exacerbar los deseos por fumar. Aunque las terapias de reemplazo de la nicotina como el chicle o goma de mascar, los parches o los inhaladores, pueden aliviar los aspectos farmacológicos del síndrome de abstinencia, a menudo los deseos por el cigarrillo perduran. Mientras tanto, las terapias conductuales ayudan a los fumadores a identificar los factores ambientales que inducen el deseo poderoso (“cravings”) por el cigarrillo de manera que puedan emplear estrategias para prevenir o mitigar los deseos.


viernes, 9 de octubre de 2015

Alquitrán en el tabaco

Los carcinógenos son los componentes del humo del tabaco relacionados con la aparición de los diversos cánceres asociados al hábito tabáquico e incluyen un gran número de sustancias contenidas básicamente en fase de partículas, y más concretamente en el alquitrán.
Del grupo de sustancias con actividad carcinogénica contenidas en el humo del tabaco, las mejor estudiadas son los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), el formaldehido-acetaldehido, las nitrosaminas, los elementos radioactivos, el arsénico, los aditivos y contaminantes, y un grupo residual muy heterogéneo. Los HAP constituyen un grupo muy amplio de compuestos, sin duda el más directamente implicado ha sido el 3-4 benzopireno, tras los numerosos estudios experimentales llevados a cabo. Las nitrosaminas, tanto las volátiles como las no volátiles poseen una actividad carcinogénica reconocida.
En cuanto a los elementos radioactivos del tabaco, son muy numerosos, destacando especialmente el radio, torio, plomo-210, polonio-210, carbono-14 y potasio-40. Finalmente por lo que se refiere a los aditivos y contaminantes implicados, los mas importantes son los nitratos, insecticidas, humidificantes y modificadores del gusto.
En general se acepta que no suele haber nunca una única sustancia responsable del efecto carcinogénico, sino que son diversas las que actúan a través de distintos mecanismos fisiopatológicos. Todavía, desafortunadamente, no es enteramente posible identificar quiénes son los fumadores con mayor riesgo para desarrollar cáncer de pulmón.

Sin embargo es probable que el efecto del tabaco sea favorecido por factores dependientes del propio individuo y factores medioambientales. Lo que está claro es que mientras más tiempo haya estado fumando una persona, y mientras más paquetes de cigarrillos fume el día, mayor será el riesgo de padecer cáncer de pulmón.

jueves, 8 de octubre de 2015

Consumo de tabaco en México

     En base a datos y cifras se ha comprobado que el tabaco mata a más de la mitad de quienes lo consumen. Más de 5 millones son o han sido consumidores del producto, y más de 600 000 son no fumadores expuestos a humo de tabaco ajeno. A menos que se tomen medidas urgentes, la cifra anual de muertes podría ascender a más de 8 millones en 2030.
Casi el 80% de los mil millones de fumadores que hay en todo el mundo viven en países de ingresos bajos o medios, una de las principales causas de mortalidad, morbilidad y pobreza
     El tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar nunca el mundo. Cada seis segundos aproximadamente muere una persona a causa del tabaco, lo que representa una de cada 10 defunciones de adultos.
    Los consumidores de tabaco que mueren prematuramente privan a sus familias de ingresos, aumentan el costo de la atención sanitaria y dificultan el desarrollo económico.
     El tabaco causó cien millones de muertes en el siglo XX. Si se mantiene la tendencia actual, en el siglo XXI se registrarán hasta mil millones de muertes.
Si no se les pone freno, las muertes relacionadas con el tabaco aumentarán hasta más de ocho millones al año para 2030. Más del 80% de esas muertes se producirán en los países de ingresos bajos y medios.
     La secretaria de Salud federal, Mercedes Juan, aseguró que el consumo de tabaco en México ha crecido en la última década, al pasar de 20.8 por ciento a 21.7 %; sin embargo, durante este año no se prevé que aumenten los recursos que se destinan para combatir el problema, algo de lo que mencionó acerca del tema fue:
     "De acuerdo con la última encuesta sobre adicciones, México tiene más de 17 millones de fumadores activos, de los cuales 7.1 millones fuman diariamente (…) de 2002 a 2014 se logró disminuir, afortunadamente, la prevalencia de fumadores diarios de 36.2 por ciento a 31.4 por ciento; sin embargo, el porcentaje de fumadores activos se ha incrementado pasando de 20.8 por ciento a 21.7 por ciento", detalló durante el evento llevado a cabo para conmemorar el Día Mundial sin Tabaco.
     Fumar se relaciona también con enfermedades cardiacas, accidentes cerebro-vasculares, enfisema pulmonar y provoca la muerte de casi seis millones de personas.
Maureen Birmingham, representante en México de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), dijo por su parte que "desde las últimas décadas, el consumo del tabaco se asocia cada vez en edades más tempranas, las estrategias comerciales están enfocadas a mujeres y niños, esto en el país es muy preocupante".

     Explicó que este fenómeno se deriva a que la industria tabacalera busca "reemplazar a los adictos que pierde".

miércoles, 7 de octubre de 2015

Tabaco en la historia de México

Cuando los europeos descubrieron América, los indígenas americanos hacían uso del tabaco desde tiempo inmemorial. Sus adivinos y sacerdotes aspiraban el humo por la boca, con auxilio de un largo tubo, para pronosticar los resultados de alguna empresa. Por largo tiempo se le designó con el nombre de "petán", que le daban los naturales de Brasil: Petum latifolium.

Muchos viajeros europeos dan noticias de la costumbre de los nativos de fumar las hojas secas de tabaco y arrolladas, en las Antillas, la Florida, México y Brasil. Los indígenas utilizaban ciertos artilugios en forma de rollo de hojas o unos tubos a manera de pipas. Los nuevos moradores y los visitantes adoptaron así un hábito, que pronto llegó a generalizarse en forma universal.

Las semillas del tabaco fueron llevadas por fray Román Pane a España en 1518, por los portugueses a su madre patria y Japón en 1573, por el nuncio papal Próspero Santacroce Publicóla de Lisboa a Italia y por Walter Raleigh a Inglaterra en 1565. Jean Ni–cot de Villemain, embajador de Francia ante la corte portuguesa, envió en 1560 a la reina madre de su país, Catalina de Medici, esta hierba codiciada, cuyas virtudes medicinales había él comprobado. De este modo el empleo del tabaco se puso de moda en dicho país, gracias al ejemplo que daban la propia reina y el gran prior Francisco de Lorena. Por eso se dieron al vegetal los nombres de Nicotiana, hierba de la reina o hierba del Prior. El nombre botánico (Nicotiana tabacum) y el de su nefasto alcaloide(nicotina) provienen del apellido Nicot.
El uso del tabaco se difundió rápidamente por toda Europa. Baste recordar que los soldados de Carlos V fumaban después de la victoria de Mühlberg en contra de las tropas del elector de Sajonia, Juan Federico (1547). En algunos países, la propagación de la costumbre de fumar se enfrentó a serias dificultades, y los fumadores eran perseguidos o ridiculizados. Sin embargo, pese a todas las medidas constrictivas, el uso del tabaco se incrementó progresivamente hasta constituir su monopolio un manantial de riqueza para los gobiernos de España, Portugal, Inglaterra, etc.
En el México ya independiente –diciembre de 1839– la Sra. Calderón de la Barca, esposa del primer representante diplomático español ante el gobierno de la Repáblica Mexicana, escribió a propósito de una función teatral a la que le tocó asistir: "Fumaba todo el patio, fumaban las galerías, fumaban los palcos, fumaba el apuntador, de cuya concha salía una rizada espiral de humo, que daba a sus profecías un viso de oráculo deifico. La fuerza de la costumbre de fumar no podía ir más lejos". Y al relatar sus impresiones de una tarde en el paseo de Bucareli, se expresa así: "Suelen salir, a veces, espirales de humo de los carruajes –hay que advertirlo–de los más anticuados y de los de alquiler... ".
Había de esperar que, a través de los siglos, iba a imponerse una regla de vida fundamentada en la moderación. Pero, contrariamente a las previsiones optimistas formuladas a su tiempo por el padre Clavijero y la Sra. Calderón de la Barca, con el pasar de los años el uso del tabaco, lejos de menguar, ha ido acentuándose en todas las clases sociales. Añádase a esto que los efectos dañinos del humo sobre el organismo humano ahora están agravados por un sinnámero de agentes contaminantes ambientales. De ahí la alarma general de las autoridades sanitarias frente a la amenaza del tabaquismo y sus consecuencias. El uso del tabaco, que podía considerarse en el pasado como un fenómeno social inevitable, se ha vuelto hoy en día un temible amago para toda la sociedad: tanto para los que lo practican como para los que lo sufren "...et vetabitur semper et retinebitur" (...y siempre se prohibirá y siempre subsistirá).


sábado, 3 de octubre de 2015

Consumidores fumadores adolescentes en México

Recientemente, la Secretaría de Salud del D.F. informó que gracias a la ley antitabaco implementada hace unos años, los infartos al miocardio disminuyeron un 14% y los accidentes cerebrovasculares más del 15%. Y es que, según datos de la última encuesta sobre adicciones, en México hay alrededor de 17 millones de fumadores activos.
Armando Ahued, secretario de salud, menciona que a pesar de que dicha ley va avanzado y se está volviendo una cultura, el tabaquismo ha aumentado en los jóvenes, niños, mujeres y, sobre todo, adolescentes. Se estima que hay alrededor de 7.1 millones de fumadores de entre 12 y 17 años.
Por ello, la Secretaría de Salud sigue buscando estrategias para reducir los niveles en el consumo del tabaco. Asimismo, Ahued indicó que hay 32 centros de salud especializados en tabaquismo en los cuales se brinda atención gratuita a quienes desean dejar de fumar.

Hay más de 7.1 millones de jóvenes fumadores en el país

jueves, 1 de octubre de 2015

Consumo de tabaco en México

     En México se registran aproximadamente 44 mil al año decesos al año asociados al tabaquismo; es decir, entre 114 y 122 diarios, que podrían incrementarse de manera alarmante.
     En México existen 17.7 millones de fumadores, de los cuales 12.30% son niños y adolescentes, es el país más rezagado de la región latinoamericana en regulación de la venta y consumo de cigarros, dijo Matthew Myers, presidente de la Campaña niños libres de Tabaco.
     En nuestro país solo prohíbe fumar en espacios cerrados en nueve estados a través de legislaciones locales y carece de una Ley nacional similar al del resto de sus vecinos. “México fue uno de los principales países que adoptó etiquetado fuerte en las cajetillas de cigarrillos en el pasado y también hace algunos años incrementó el impuesto a estos productos, pero, de un tiempo a la fecha se quedó rezagado”, explicó el especialista.
     En el país cada fumador adulto consume 6.6 cigarros al día según la Encuesta Nacional de Adicciones, mientras que los adolescentes fuman 4.1.
     Según la Fundación Interamericana del Corazón Abierto, en el país apenas 50% de la superficie de la caja de cigarrillos cuenta con pictogramas y mensajes sanitarios, cuando la recomendación internacional es que sea 75 por ciento.




El consumo de tabaco en los adolescentes (personas de 10 a 19 años) fue definido como haber fumado 100 cigarros o más en la vida, mientras que en adultos (personas de 20 años o más) se definió como haber fumado 100 cigarros o más en la vida y fumar actualmente.

Las estimaciones de mortalidad se obtuvieron a partir de la base de datos de mortalidad de la Dirección General de Información en Salud (DGIS).