Las cifras impactan: hay 16 millones de fumadores en el
país, la edad promedio en la que se empieza a consumir tabaco es 13
años, y más de 160 mexicanos mueren al día por causas asociadas a esta
adicción. ¿Aún es posible frenar este problema?
Con un poco de curiosidad e ingenio podemos encontrar muchos
motivos para encender un cigarrillo, como acompañar una plática, ayudar a la
digestión, calmar la ansiedad, hacer amistades, disfrutar de una fiesta,
proyectar una apariencia atractiva y hasta “hacer tiempo” cuando no hay nada
más a qué dedicarse.
Para la Medicina, en cambio, hay una sola postura al
respecto: “El tabaquismo no es un hábito, es decir, no es una conducta que
se repite sin dañar al individuo, sino que es una adicción, una enfermedad a la
que consideramos como la principal causa prevenible de problemas de salud,
discapacidad y muerte prematura”.
Así lo expresa la Dra. Guadalupe Ponciano Rodríguez,
coordinadora de la Clínica contra el Tabaquismo de la Facultad de Medicina de
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ubicada en la capital del
país, y quien añade que “el cigarro se ve muy inocente, pero es el único
producto de consumo que cuando se usa como nos dicen sus fabricantes, va a matar
a la mitad de sus usuarios habituales”.
No por nada, la Organización Mundial de la Salud (OMS)
estima que cada minuto fallecen 10 personas por males asociados al tabaquismo,
lo que representa más de 5 millones de decesos al año. Asimismo, se estima que
si continúa la actual tendencia de crecimiento en su consumo, en el año 2020 la
cifra se elevará a 10 millones de muertes anuales, presentándose 70% de ellas
en naciones subdesarrolladas.
En México, asegura la especialista, las estadísticas más
recientes revelan que “tenemos 16 millones de fumadores y que un tercio de la
población somos fumadores pasivos; además, 1 de cada 4 personas de 12 a 65 años
padece esta adicción, sin olvidar que la relación de consumidores por género,
en adultos, es de dos hombres por cada mujer, aunque en adolescentes la
proporción es ya 1 a 1”.
Números incómodos
La Dra. Ponciano Rodríguez expresa su preocupación con base
en los resultados de diversas investigaciones y estadísticas realizada por la
Secretaría de Salud, como la Encuesta Nacional Sobre Adicciones.
En principio, la especialista afirma que “la edad de inicio
de los fumadores mexicanos se ha reducido; en 1988 oscilaba entre los 18 y 25
años, mientras que en 2002 bajó al rango de entre 15 y 17 años. En la
actualidad se acepta que la edad promedio es 13 años, y la estimación es que se
reduzca todavía más”.
Pero no sólo eso: 1 de cada 5 adolescentes fuman y 7 de cada
10 comercios siguen vendiendo cigarros a menores de edad, a pesar de la
legislación existente.
En términos de fallecimientos, las cifras no son mejores,
pues 1 de cada 9 muertes en México son a consecuencia de esta adicción y cada
año se presentan poco más de 60 mil decesos por padecimientos asociados al
tabaquismo, siendo más frecuentes infarto cardíaco o falta de suministro
sanguíneo a tejidos del corazón (23,000 muertes anuales), problemas
respiratorios (17,000), infarto cerebral o interrupción en el abastecimiento de
nutrientes al cerebro (13,000), así como cáncer de pulmón y vías respiratorias
(6,000).
Agrega la facultativa: “Cuando le preguntamos a los
fumadores sobre cuál es el principal problema de salud que genera el tabaco,
casi siempre mencionan cáncer; sin embargo, el mayor número de muertes se debe
a infarto cardíaco ya que, de todos los decesos en México por dicha causa, 45%
se asocian a tabaquismo”.
Si te parece poco, debemos señalar que el Estado mexicano
reporta un gasto de 29 mil millones de pesos al año sólo para atender infarto cardíaco, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC, que se caracteriza por
destrucción del tejido de las vías respiratorias, tos e incapacidad para
respirar adecuadamente) y cáncer pulmonar.
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